martes, 25 de mayo de 2010
LA MANO IZQUIERDA DE LA DERECHA
Defender la Revolución Cubana es una cuestión de principio
(Nota Política del PCB)
Se encuentra en la página electrónica del PSTU una nota firmada por la autodenominada LIT-QI (Liga Internacional de los Trabajadores – Cuarta Internacional), bajo el título “La muerte de Orlando Zapata y las libertades en Cuba”.
Esta “liga” es la misma que ayudó a la burguesía venezolana a decir no, en el referendo constitucional convocado por Chávez, en 2008, y que recomendó abstención en el referendo revocatorio convocado por el presidente bolivariano, en 2009, bajo la consigna “ni Evo ni oligarquía”, haciendo el juego de los separatistas de Santa Cruz de la Sierra, que actúan bajo el financiamiento y las ordenes de la embajada norte-americana, de la USAID y de la CIA.
En el exacto momento en que la prensa hegemónica mundial promueve una vil y cínica campaña contra Cuba, esta “internacional” de fachada, objetivamente, se asocia al imperialismo para combatir la Revolución Socialista Cubana, que viene de cumplir históricos 50 años de avances políticos y sociales y de resistencia al cruel bloqueo movido por los Estados Unidos.
A pesar del débâcle de la Unión Soviética y de las demás experiencias de construcción del socialismo en el Este Europeo, a pesar del bloqueo y de las incontables provocaciones movidas por el imperialismo, Cuba mantiene la más efectiva democracia popular directa del mundo y conquistas sociales inimaginables en cualquier país capitalista. No existe ningún país más solidario y internacionalista do que Cuba, que forma estudiantes de todo el mundo y mantiene en muchos países periféricos, sobre todo en América Latina, profesionales de la áreas de salud de la familia y de educación, con destaque para la lucha en contra el analfabetismo, ya erradicado en Bolivia y en Venezuela.
A LTI-QI usa contra Cuba un lenguaje de izquierda que, para los menos avisados, puede sonar como revolucionaria. Por eso, sus principios, sus pronunciamientos sirven al imperialismo, para intentar pasar al mundo la impresión de que el gobierno cubano está aislado, es decir, que no es solamente la derecha que lo combate.
En un malabarismo teórico deshonesto, la nota afirma que en Cuba hay una “dictadura capitalista” que precisa ser derrumbada en alianza con la burguesía cubana de Miami. Compara el régimen cubano a las dictaduras militares que marcaron el Cono Sur en los años 60/80. La mala fe y la manipulación son evidentes cuando, ahora, defienden como correcta la política de frente democrática contra aquellas dictaduras, política que combatían ferozmente en aquel entonces.
Puede que sea comprensible la asociación de grupos como este, en Polonia en los años 80, al “Solidarinosc” y a su líder, Lech Walesa, aun siendo flagrante la dirección de la CIA y del Vaticano. En función de los errores en la construcción del socialismo, allí había un movimiento de masas disidente, con peso en la clase operaria. Pero en Cuba, la “disidencia” es dirigida por organizaciones burguesas, financiadas por los Estados Unidos, incluso las que son mencionadas en el texto de la autoproclamada internacional, que no tiene cualquier peso político en aquel país. La única alternativa al actual sistema cubano es el imperialismo, a través de la burguesía de Miami.
Este tipo de orientación sólo se dedica a fomentar, en algunos países, el surgimiento de organizaciones pequeño-burguesas, mesiánicas y sectarias. Como sectas, se reivindican predestinados para dirigir las masas y la revolución socialista. Cuando no nos dirigen, consideran que todos los movimientos o procesos de cambios viven “crisis de dirección”.
En el momento en que el imperialismo, en función de la crisis de su sistema, asume una agresividad inaudita en las últimas décadas, no conciliaremos con esas posiciones pequeño-burguesas. Clasificar la Revolución Cubana de “dictadura capitalista” es hacer el juego de la contra-revolución.
Por eso, el PCB tendrá inmensas dificultades en relacionarse con organizaciones políticas que vengan a defender en nuestro país orientaciones de este tipo. Aunque subjetivamente se vean como revolucionarios, estos grupos objetivamente hacen el juego del imperialismo, funcionando como su mano izquierda. El diputado Jair Bolsonaro, líder de la ultraderecha brasileña, también está divulgando un manifiesto con la misma línea política: “irrestricto apoyo y solidaridad a los presos políticos que, en Cuba, luchan por libertad y democracia en aquel país”.
La posición que el Comité Central del PCB aquí expone no tiene cualquier sentido anti-trotskista, sólo porque aquella liga se reivindica, arrogantemente, la única referencia mundial contemporánea del legado de Trotsky. La gran mayoría de las organizaciones y personalidades que tiene la misma referencia teórica, en Brasil y en el mundo, combaten vehementemente las posiciones internacionales de este grupo, que sólo traen perjuicios a la lucha del proletariado.
El PCB, que asume sus 88 años de vida, ya superó el maniqueísmo reduccionista, buscando hacer, en los días de hoy, un balance del socialismo con base en los fundamentos teóricos que nos fue legado por Marx, Engels, Lenin y otros intelectuales orgánicos, y no en torno al culto a la personalidad, sean cuales sean.
¡El PCB está con Cuba y el socialismo!
¡El PCB está contra el imperialismo!
PCB – Partido Comunista Brasileño
Comité Central – abril de 2010
(Nota Política del PCB)
Se encuentra en la página electrónica del PSTU una nota firmada por la autodenominada LIT-QI (Liga Internacional de los Trabajadores – Cuarta Internacional), bajo el título “La muerte de Orlando Zapata y las libertades en Cuba”.
Esta “liga” es la misma que ayudó a la burguesía venezolana a decir no, en el referendo constitucional convocado por Chávez, en 2008, y que recomendó abstención en el referendo revocatorio convocado por el presidente bolivariano, en 2009, bajo la consigna “ni Evo ni oligarquía”, haciendo el juego de los separatistas de Santa Cruz de la Sierra, que actúan bajo el financiamiento y las ordenes de la embajada norte-americana, de la USAID y de la CIA.
En el exacto momento en que la prensa hegemónica mundial promueve una vil y cínica campaña contra Cuba, esta “internacional” de fachada, objetivamente, se asocia al imperialismo para combatir la Revolución Socialista Cubana, que viene de cumplir históricos 50 años de avances políticos y sociales y de resistencia al cruel bloqueo movido por los Estados Unidos.
A pesar del débâcle de la Unión Soviética y de las demás experiencias de construcción del socialismo en el Este Europeo, a pesar del bloqueo y de las incontables provocaciones movidas por el imperialismo, Cuba mantiene la más efectiva democracia popular directa del mundo y conquistas sociales inimaginables en cualquier país capitalista. No existe ningún país más solidario y internacionalista do que Cuba, que forma estudiantes de todo el mundo y mantiene en muchos países periféricos, sobre todo en América Latina, profesionales de la áreas de salud de la familia y de educación, con destaque para la lucha en contra el analfabetismo, ya erradicado en Bolivia y en Venezuela.
A LTI-QI usa contra Cuba un lenguaje de izquierda que, para los menos avisados, puede sonar como revolucionaria. Por eso, sus principios, sus pronunciamientos sirven al imperialismo, para intentar pasar al mundo la impresión de que el gobierno cubano está aislado, es decir, que no es solamente la derecha que lo combate.
En un malabarismo teórico deshonesto, la nota afirma que en Cuba hay una “dictadura capitalista” que precisa ser derrumbada en alianza con la burguesía cubana de Miami. Compara el régimen cubano a las dictaduras militares que marcaron el Cono Sur en los años 60/80. La mala fe y la manipulación son evidentes cuando, ahora, defienden como correcta la política de frente democrática contra aquellas dictaduras, política que combatían ferozmente en aquel entonces.
Puede que sea comprensible la asociación de grupos como este, en Polonia en los años 80, al “Solidarinosc” y a su líder, Lech Walesa, aun siendo flagrante la dirección de la CIA y del Vaticano. En función de los errores en la construcción del socialismo, allí había un movimiento de masas disidente, con peso en la clase operaria. Pero en Cuba, la “disidencia” es dirigida por organizaciones burguesas, financiadas por los Estados Unidos, incluso las que son mencionadas en el texto de la autoproclamada internacional, que no tiene cualquier peso político en aquel país. La única alternativa al actual sistema cubano es el imperialismo, a través de la burguesía de Miami.
Este tipo de orientación sólo se dedica a fomentar, en algunos países, el surgimiento de organizaciones pequeño-burguesas, mesiánicas y sectarias. Como sectas, se reivindican predestinados para dirigir las masas y la revolución socialista. Cuando no nos dirigen, consideran que todos los movimientos o procesos de cambios viven “crisis de dirección”.
En el momento en que el imperialismo, en función de la crisis de su sistema, asume una agresividad inaudita en las últimas décadas, no conciliaremos con esas posiciones pequeño-burguesas. Clasificar la Revolución Cubana de “dictadura capitalista” es hacer el juego de la contra-revolución.
Por eso, el PCB tendrá inmensas dificultades en relacionarse con organizaciones políticas que vengan a defender en nuestro país orientaciones de este tipo. Aunque subjetivamente se vean como revolucionarios, estos grupos objetivamente hacen el juego del imperialismo, funcionando como su mano izquierda. El diputado Jair Bolsonaro, líder de la ultraderecha brasileña, también está divulgando un manifiesto con la misma línea política: “irrestricto apoyo y solidaridad a los presos políticos que, en Cuba, luchan por libertad y democracia en aquel país”.
La posición que el Comité Central del PCB aquí expone no tiene cualquier sentido anti-trotskista, sólo porque aquella liga se reivindica, arrogantemente, la única referencia mundial contemporánea del legado de Trotsky. La gran mayoría de las organizaciones y personalidades que tiene la misma referencia teórica, en Brasil y en el mundo, combaten vehementemente las posiciones internacionales de este grupo, que sólo traen perjuicios a la lucha del proletariado.
El PCB, que asume sus 88 años de vida, ya superó el maniqueísmo reduccionista, buscando hacer, en los días de hoy, un balance del socialismo con base en los fundamentos teóricos que nos fue legado por Marx, Engels, Lenin y otros intelectuales orgánicos, y no en torno al culto a la personalidad, sean cuales sean.
¡El PCB está con Cuba y el socialismo!
¡El PCB está contra el imperialismo!
PCB – Partido Comunista Brasileño
Comité Central – abril de 2010
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